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En mayo de 2024, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) emitió la Norma de Carácter General (NCG) N° 507, un importante marco regulatorio que establece nuevas directrices para las Administradoras Generales de Fondos (AGF) en Chile. Esta normativa reemplaza la anterior circular N° 1.869 de 2008, introduciendo estándares actualizados en gobierno corporativo, gestión de riesgos y control interno para fortalecer la operación y transparencia de estas entidades.

Objetivo de la NCG N° 507

El propósito principal de esta nueva normativa es garantizar que las AGF operen bajo una estructura sólida, capaz de gestionar adecuadamente los riesgos inherentes a sus actividades, proteger a los inversionistas y asegurar la estabilidad del sistema financiero. Para lograr esto, la norma establece un conjunto de directrices y obligaciones que abarcan tanto la organización interna como los procesos operativos y de control.

Pilares Principales de la Norma

1. Gobierno Corporativo: El Rol del Directorio

La NCG N° 507 pone al directorio de las AGF en el centro de la toma de decisiones estratégicas relacionadas con la gestión de riesgos y el control interno. Según la norma, el directorio es responsable de:

• Aprobar políticas de gestión de riesgos alineadas con los objetivos estratégicos de la AGF, su apetito por riesgo, el marco regulatorio y las mejores prácticas internacionales.
• Establecer un código de ética, que defina los valores y principios que guiarán la conducta de la organización y sus empleados.
• Supervisar la creación de comités especializados, como el Comité de Gestión de Riesgos y otros enfocados en áreas críticas como auditoría, prevención de lavado de activos, liquidez e inversión.
• Garantizar la independencia de la unidad de auditoría interna y la unidad de gestión de riesgos, asegurando que estas reporten directamente al directorio para evitar conflictos de interés.

2. Gestión de Riesgos: Estructura y Procesos

Una de las áreas más importantes que cubre la normativa es la gestión integral de riesgos. La norma establece que las AGF deben mantener una estructura organizacional adecuada que les permita identificar, medir y gestionar de manera eficaz los riesgos relevantes, como:

• Riesgos financieros (de mercado, crédito y liquidez).
• Riesgos operacionales, relacionados con fallas en los procesos internos, sistemas de información o problemas de personal.
• Riesgos legales y de cumplimiento, derivados de cambios regulatorios o violaciones de las normativas vigentes.

Cada AGF debe tener una unidad de gestión de riesgos que elabore un plan anual con actividades específicas para monitorear los controles establecidos. Este plan debe ser revisado y aprobado por el directorio, y actualizado cuando se produzcan cambios significativos en el entorno económico o regulatorio.

3. Ciclos Operativos Clave

La NCG N° 507 detalla cómo las AGF deben gestionar los riesgos asociados a tres ciclos operacionales fundamentales:

• Ciclo de inversión: que abarca desde la toma de decisiones de inversión/desinversión hasta el registro de las transacciones y la custodia de los activos.
• Ciclo de aportes y rescates: que incluye la suscripción de cuotas y el procesamiento de rescates, asegurando que las operaciones se realicen de manera eficiente y conforme a la normativa.
• Ciclo de contabilidad y tesorería: que se centra en la valorización de los fondos, el cálculo del valor cuota, la preparación de informes financieros y la transparencia hacia los partícipes.

4. Auditoría Interna: Un Enfoque Rigurosamente Independiente

Para garantizar el cumplimiento efectivo de la normativa, las AGF deben contar con una unidad de auditoría interna independiente, encargada de evaluar el funcionamiento de los controles internos y la consistencia con los objetivos de la organización. Esta unidad deberá emitir informes periódicos, que serán revisados por el directorio, sobre el estado de los controles y los riesgos detectados.

5. Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo

La normativa también exige que las AGF implementen políticas claras y procedimientos rigurosos para prevenir el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo. Estas políticas deben estar alineadas con la legislación vigente, incluyendo la Ley N° 19.913 y otras normativas emitidas por la Unidad de Análisis Financiero (UAF) y la propia CMF. Esto implica establecer controles internos que permitan detectar y prevenir operaciones sospechosas y asegurarse de que todo el personal esté capacitado en esta materia.

La Importancia de una Cultura de Gestión de Riesgos

Un aspecto innovador de la NCG N° 507 es su enfoque en la difusión de una cultura de gestión de riesgos dentro de toda la organización. La norma insta a las AGF a implementar programas de capacitación para que todos los empleados comprendan los riesgos inherentes a sus actividades, los controles existentes y las consecuencias de su incumplimiento.

Conclusión: Hacia un mercado financiero más Seguro

La NCG N° 507 es un avance significativo para el mercado financiero chileno, ya que refuerza los principios de buen gobierno corporativo y promueve una gestión de riesgos proactiva en las AGF. Al adoptar estas nuevas disposiciones, las AGF no solo mejorarán su operación interna, sino que también contribuirán a la estabilidad y transparencia del mercado, protegiendo los intereses de los inversionistas y fortaleciendo la confianza en el sistema financiero.

Estas nuevas directrices, que entrarán en vigor el 1 de febrero de 2025, representan una oportunidad para que las AGF revisen y optimicen sus procesos, asegurándose de cumplir con los más altos estándares regulatorios y de gestión.